Las sillas de ducha son uno de los elementos más importantes para garantizar la seguridad de las personas mayores o personas con problemas de movilidad en su propia casa.
El 70% de las caídas de las personas mayores en casa se producen en el cuarto de baño, y la mayor parte al entrar a la bañera.
Actualmente, existen soluciones para mejorar la seguridad en el baño de nuestros mayores.
Sillas de Ducha
- Sillas de Ducha con respaldo
La silla de ducha con respaldo normalmente se pueden regular en altura las patas para adaptarla a la altura del usuario, y así facilitar tanto sentarse como levantarse cómodamente sin esfuerzo. El respaldo le aporta comodidad, y seguridad al no poderse caer hacía atrás el usuario.
- Sillas de Ducha sin respaldo
Las sillas de ducha para ancianos sin respaldo son sillas regulables en altura que no tiene para apoyar la espalda, y en algunos casos son recomendables cuando tenemos problemas de espacio, o necsitamos más movilidad del usuario en la ducha.
- Sillas de ducha con ruedas
Las sillas de ducha con ruedas son ideales para aquellos usuarios con poca movilidad que se desplazan en la silla de una habitación a otra. Son sillas para la ducha con ruedas y en muchas ocasiones con la opción de inodoro (con cubeta o directamente al inodoro). Con este tipo de sillas ducha hay que tener especial cuidado en las dimensiones para entrar por todas las puertas teniendo en cuenta que la de los baños suelen ser las más estrechas de las casas. Importante como en una silla de ruedas convencional frenar la silla antes de realizar la transferencia del usuario.
Cada casa es distinta, y cada usuario también, por lo que hay que buscar la silla de ducha que mejor se adecue a casa situación.
Aspectos importantes antes de elegir la silla de ducha correcta:
- Peso del usuario
- Dimensiones de la silla de ducha
- Si se necesita algún aspecto especial: ruedas, acceso inodoro, respaldo, brazos en los laterales,….
¡¡OJO!! Con usar banquetas de ducha de los «todo a 100» o los «chinos» como banquetas geriátricas para uso de personas mayores o con movilidad reducida, ya que no están diseñadas para soportar los problemas que pueden tener los ancianos como perdida de equilibrio, mareos,…y no tienen las medidas de seguridad adecuadas ante imprevistos. Cada vez son más los usuarios que comprar las banquetas de ducha geriátricas tras malas experiencias con sillas de ducha no preparadas para este fin.
Conclusión:
El uso de silla de ducha para ancianos o personas dependientes evita muchas caídas y sus posteriores consecuencias, la inversión en este tipo de ayudas es muy baja ya que los precios oscilan entre los 40€ a los 325€ las sillas de ducha con ruedas e inodoro.
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