Una de las elecciones más significativas al elegir una cama articulada es optar por un modelo de tipo eléctrico o manual. Ambos tipos ofrecen sus beneficios e inconvenientes, razón por la que la decisión dependerá de cada usuario. En este artículo examinaremos en profundidad las distinciones que tenemos entre las camas articuladas eléctricas y manuales, así como los datos contrastados, características destacadas y especificaciones técnicas para ayudar a encontrar la mejor opción.
¿Qué son las Camas Articuladas?
Las camas articuladas, también conocidas como camas geriátricas o camas hospitalarias, son camas que están diseñadas para facilitar la movilidad de las personas que presentan alguna limitación de la movilidad física o según necesidades especiales. Su funcionamiento es mediante varias secciones móviles, que se pueden especificar en función de la inclinación de la cabeza (a partir de los 30°, que también se puede usar en la posición sentada), de las piernas, o de ambas al mismo tiempo.
Las camas articuladas han ido poco a poco ganando popularidad e incrementando su presencia no sólo en los recintos médicos, sino también en los hogares, esto se debe a las ventajas que ofrecen al usuario, tanto para el confort como para el correcto estado de salud. Las camas articuladas pueden servir para dispersar la presión sobre algunas partes del cuerpo, para activar la circulación de la sangre y también para facilitar la respiración, con lo que se convierten en una solución excelente para personas que padecen apnea del sueño, trastornos respiratorios como la EPOC y el enfisema, artrosis muy graves, hernias discales y por supuesto, también van a ser la solución para personas con dolores de cuello y espalda.
Las camas articuladas permiten, aún con las limitaciones que provocan las condiciones médicas, mejorar la calidad de vida y también la autonomía propia. Al ofrecer la posibilidad de ajustarse a las posiciones más cómodas y sobre todo las más personalizadas, estas camas pueden contribuir a poder leer, ver la televisión, trabajar en la cama, o incluso comer estando en la cama sin ningún esfuerzo, y sobre todo, se convierten en unas camas muy adecuadas para personas con problemas para movilizarse (por ejemplo, las personas de edad avanzada) o que pasan un tiempo prolongado en la cama, por las condiciones médicas que les afectan.
Los lechos móviles también resulta ser ideal de un uso extendido en recintos médicos como pueden llegar a ser hospitales, centros de rehabilitación o incluso hogares de cuidado a largo plazo. Aquí las camas móviles constituyen una pieza fundamental para el cuidado y la comodidad de cualquier paciente ya que pueden hacer que el equipo médico pueda variar la posición de estos de una manera segura y eficaz, ayudando así a la recuperación y a la mejora de la calidad de vida de los pacientes.
Camas Articuladas Eléctricas
Las camas articuladas eléctricas cuentan con un sistema automatizado para poder cambiar la posición del colchón por medio de un control remoto. Este mecanismo automático ayuda a que cambiar de posición no sea necesario hacer uso de grandes esfuerzos manuales, siendo así una de las principales ventajas para las personas con movilidad reducida o las personas que requieran cambiar con cierta frecuencia la posición de la cama.
La comodidad y la facilidad de uso que permiten las camas articuladas eléctricas son, pues, otra de sus características principales. Simplemente pulsando un botón, los usuarios pueden ajustar la inclinación del respaldo, elevar las piernas o pasar, incluso, a una posición totalmente horizontal. No solo hay una oferta de confort sino que también esto puede mejorar la calidad del sueño y del descanso.
“Como persona con problemas de movilidad, la cama articulada eléctrica ha sido una auténtica liberación. Puedo cambiar la posición cómodamente, lo que me ha permitido dormir mejor y mitigar el dolor de mis articulaciones”.
Las camas articuladas eléctricas no solo son cómodas, sino que presentan también diferentes ofertas de ajuste y posicionado, son ideales para personas con necesidades específicas. Existen algunas camas eléctricas que ofrecen funciones además de las de simplemente elevarse, como por ejemplo la iluminación o el masaje, las cuales permiten mejorar la experiencia del usuario incluso más.
Suelen ser controles muy intuitivos los mandos a distancia de este tipo de camas articuladas. Van claramente etiquetados y cuentan cada uno de ellos con su función correspondiente de manera que podamos andarnos con una cierta facilidad a la hora de ir variando las posiciones. Muchos modelos incorporan la posibilidad de memorizar posiciones determinadas que podemos de todas maneras reactivar con una sola pulsación, lo que resulta especialmente útil para los usuarios que pueden tener determinados requerimientos.
Características de Seguridad
Otra de las beneficiosidad de las camas articuladas eléctricas tiene que ver con la posibilidad de poder variar la altura total de la cama, factible para facilitar la transferencia de los usuarios desde la cama hacia las sillas de las cuales se dispone o viceversa. Esta misma función es especialmente útil en el campo de la medicina o bien para los/as cuidadores/as en el momento de asistir a personas que pueden verse ligeramente limitadas en su movilidad.
En lo referente a la seguridad no podemos olvidarnos que las camas articuladas eléctricas suelen disponer de sistemas de protección que, mediante un sistema de éstas, evitan un exceso de carga, así como de un dispositivo de bloqueo del movimiento de tal modo que, en caso de que hubiera un mal funcionamiento no se produjeran lesiones ni tampoco daños del equipo. Por otra parte, numerosas camas eléctricas tienen, además, barandillas laterales ajustables como una seguridad en sí mismas que garantiza asegurar tanto al usuario como al entorno en el que se utiliza la cama.
Mantenimiento
Por el contrario, no se puede pasar por alto que las camas articuladas eléctricas necesitan del mantenimiento periódico para poder funcionarlas a largo plazo. Los motores eléctricos y los componentes electrónicos suelen estar sometidos a desgastes, en ocasiones hasta se necesitarán reparaciones e incluso, en los casos más extremos, hasta sustituciones. Si bien esto puede evitarse si se siguen las indicaciones del fabricante y se proporciona el mantenimiento periódico que se precisa para extender la vida útil de las camas articuladas eléctricas.
Camas Articuladas Manuales
Por el contrario, las camas articuladas manuales necesitan que el usuario ajuste en manual el colchón a través de manivelas o de las palancas. A pesar de que la utilización de camas articuladas manuales puede suponer un mayor esfuerzo físico en comparación con las camas eléctricas, también hay algunas ventajas por las que podrían resultar interesantes para algunos usuarios. Una de estas ventajas sería que las camas articuladas manuales son más económicas que las camas eléctricas. Por otra parte, al no requerir conexión a una fuente eléctrica para emplearse, también pueden resultar ser una opción más interesante en lugares donde el suministro eléctrico se encuentra limitado.
“Para mí, la cama articulada manual ha sido un gran acierto. No necesito cambios frecuentes de posición, por lo que la opción manual me ha permitido ahorrar dinero además de mantener la comodidad y la funcionalidad que necesito.”
Asimismo, las camas articuladas manuales también podrían ser la opción más resiliente y fácil de mantener después de un largo periodo de uso; esto se debe a que no constan de dispositivos eléctricos que pudiesen resultar funcionando de forma incorrecta mediante un desgaste en el tiempo o por fallos del mismo. Sin embargo, es importante considerar que este tipo de camas puede requerir un mayor esfuerzo físico para realizar los ajustes, lo que puede ser un obstáculo para el tipo de usuarios con movilidad seriamente limitada.
Comodidad y Funcionalidad
Sin embargo, a pesar de la necesidad de un esfuerzo físico manual, las camas manuales articuladas pueden ofrecer un excelente confort y funcionalidad. Muchos de los modelos de camas articuladas cuentan con sistemas de manivelas o palancas ergonométricamente diseñadas, fáciles de manejar, lo que permite facilitar la modificación de la posición. Además, algunas camas manuales articuladas también pueden incluir equipamiento adicional, como barandillas laterales regulables o superficies acolchadas con el fin de mayor confort.
Uno de los importantes puntos a favor que defienden el uso de camas manuales articuladas de tipo manual es la independencia energética que ofrecen. Ya que, al ser manuales, no requieren de la electricidad para su funcionamiento las camas articuladas manuales pueden resultar válidas en cualquier entorno, incluso en entornos remotos o durante cortes de alimentación más prolongados. Esto las hace una opción mucho más cómoda y versátil en ciertas ocasiones.
Por otro lado, las camas articuladas manuales tienden a ser más ligeras y más compactas que las camas eléctricas, lo que les permite transportar y almacenarse con facilidad. Este aspecto puede resultar interesante, sobre todo cuando se dispone de poco espacio y la cama debe transportarse con frecuencia.
En el caso de las camas articuladas manuales, hay que tener en consideración que puede ser necesario realizar mayor esfuerzo físico por parte del usuario para poder ajustar la posición, si bien también puede resultar en cierto grado de ejercicio físico moderado, que, por ejemplo, podría resultar interesante para aquellos que necesitan mantener fuerza muscular y/o movilidad. De la misma manera, hay que considerar las limitaciones de carga y evitar realizar esfuerzos que puedan llegar a producir lesiones.
Especificaciones Técnicas Comparativas
Camas Articuladas Eléctricas
- Sistema de control: Se activan a través de un motor eléctrico y su posición se regula con un control remoto.
- Facilidad de uso: Ofrecen una buena comodidad y facilidad de ajuste de la posición, ideales para las personas con poca movilidad.
- Opciones de ajuste: Se pueden ajustar la inclinación del respaldo, elevar las piernas, e incluso en algunos modelos se puede regular la altura total de la cama.
- Funciones adicionales: Algunas de las camas eléctricas pueden incluir funciones como masaje, iluminación integrada, posiciones programables, etc.
- Durabilidad: Los motores eléctricos pueden ir requiriendo de un mantenimiento y de posibles reparaciones a lo largo del tiempo.
- Consumo de energía: Necesitan de un suministro eléctrico para poder funcionar.
- Seguridad: Disponen de sistemas de protección ante sobrecargas y bloqueos del movimiento, además de barandillas laterales ajustables.
- Ajustes personalizados: Permiten recordar y recuperar posiciones configuradas, gracias a las opciones de memoria.
Camas Articuladas Manuales
- Sistema de ajuste: Permiten regular la posición del colchón mediante el uso de manivelas o palancas, de forma manual.
- Esfuerzo físico: Necesitan de un mayor esfuerzo físico para realizar los ajustes, algo que resulta complicado para algunos de los usuarios.
- Opciones de ajuste: Permiten regular la inclinación del respaldo y de igual forma elevar las piernas, pero quizás con menos opciones que los modelos eléctricos.
- Durabilidad: No teniendo componentes eléctricos, suelen ser más duraderas y requieren menos mantenimiento.
- Independencia energética: No necesitan de energía eléctrica para su correcto funcionamiento.
- Precio: Suelen tener un precio más reducido que las camas articuladas eléctricas.
- Portabilidad: Son más ligeras y compactas, lo cual hace que la portabilidad sea más fácil.
- Manivelas ergonómicas: En muchos casos cuentan con manivelas o palancas con formas ergonómicas que estandarizan el ajuste manual.
“Me decanté por una cama articulada manual ya que no suele precisar muchos cambios en la posición. La manivela es muy manejable y me permite elevar el cabecero en el momento que lo requiero de una manera sencilla”.
Aspectos Clave a Considerar
Aparte de definir las especificaciones técnicas y características principales, también existen otros aspectos a tener en cuenta que pueden influir en la elección de una cama articulada manual o eléctrica:
Movilidad y autonomía: Las camas articuladas eléctricas son una buena solución para personas con reducida movilidad o que necesitan hacer ajustes en la posición de manera habitual para no generar incomodidades.
Presupuesto: Las camas articuladas manuales tienden a ser de un precio más económico y se convierten en un aspecto importante a tener en cuenta para el usuario.
El entorno: Si se va a utilizar en zonas donde las condiciones eléctricas no son fiables o no existen, entonces las camas articuladas manuales pueden resultar más adecuadas.
Preferencias personales: Los usuarios pueden preferir la comodidad y la facilidad de operación de las camas eléctricas, pero los usuarios pueden valorar igualmente la simplicidad y la independencia energética de las camas manuales.
Necesidades médicas: Personas que padecen ciertas condiciones médicas o tienen ciertas necesidades concretas pueden beneficiarse más que los usuarios de las camas eléctricas por las características y ajustes específicos de la cama articulada eléctrica.
Espacio: Las camas manuales ocupan generalmente menos espacio y son más ligeras, lo que puede ser una ventaja en áreas pequeñas.
Mantenimiento: Las camas manuales requieren generalmente menos mantenimiento y cuidado a largo plazo en comparación con las camas eléctricas.
“Yo elegí una cama articulada eléctrica porque paso mucho más tiempo en la cama que los usuarios, y ajustar la posición con facilidad ha mejorado significativamente mi comodidad y calidad de vida.”
Además de las consideraciones mencionadas, hay que tener en cuenta consideraciones como la calidad del sueño, el alivio del dolor y la facilidad de la transferencia de la cama articulada. En el caso de las camas eléctricas la posibilidad de ajustar la posición de forma precisa y cómoda puede ayudar a mejorar la calidad del sueño y aliviar el dolor de una zona concreta del cuerpo; por otra parte las camas manuales pueden suponer una carga de esfuerzo cuando hay que realizar muchos cambios, algo que depende de cada usuario, pero que puede ser difícil durante la noche.
Otro aspecto que hay que considerar es la facilidad de la transferencia, es decir, los ajustes que permiten entrar y salir de la cama de una forma segura y cómoda. Las camas eléctricas articuladas suelen presentar opciones de ajuste de su altura, y facilitar la transferencia.