¿Qué es la terapia de compresión?
La terapia de compresión es una técnica en la que se aplica presión positiva generada por un dispositivo en diferentes partes del cuerpo para promover la circulación sanguínea y el flujo linfático. El dispositivo consta de un conjunto de cámaras de aire independientes, que se colocan alrededor del área y el extremo donde se aplicará la presión. La cámara se expande y contrae continuamente, bombeando los vasos linfáticos y el sistema circulatorio.
El beneficio de mejorar la circulación linfática es que es responsable de transportar los desechos y toxinas producidos durante la nutrición celular al torrente sanguíneo y luego llevarlos al sistema excretor para su eliminación.
Beneficios de la terapia de compresión
Al mejorar el sistema linfático y la circulación sanguínea, la terapia de compresión tiene una serie de efectos positivos que afectan a diferentes partes del cuerpo:
Mejorar la apariencia de la piel y combatir la celulitis: esto se debe a que la terapia de compresión puede mejorar la circulación sanguínea, eliminar la posible retención linfática y activar el sistema circulatorio, aumentando así el oxígeno en la sangre y produciendo una mejor nutrición de los tejidos, lo que favorece la regeneración celular.
Lucha contra la hipertensión arterial: Elimina la retención en la circulación linfática y activa el sistema circulatorio para ayudar a bajar la presión arterial.
Ayuda a eliminar toxinas: la linfa es responsable de transportar los desechos de las células a la sangre; al promover la circulación, la linfa puede eliminar mejor los desechos metabólicos.
Reduce la fatiga y la pesadez de las extremidades: Además, también ayuda a reducir la inflamación provocada por la acumulación de líquidos.
Eliminación de edema y linfedema: en algunos casos, la terapia de compresión puede eliminar el edema causado por intervenciones como cirugía, lesión (edema causado por esguinces) o liposucción. Esto se debe a que ayuda a reabsorber el líquido producido por la lesión en cuestión.
Fortalecer el sistema muscular: la terapia de compresión ayuda a fortalecer los músculos y las articulaciones, al tiempo que fortalece el tejido conectivo.
Alivie el estrés: al estimular los puntos nerviosos motores, puede aliviar el estrés y la tensión, reducir los espasmos musculares y producir una sensación de felicidad y relajación.
Fortalecer las defensas del organismo: Los ganglios linfáticos son una estructura que puede actuar como depuradora linfática porque puede interceptar y eliminar patógenos. Al mejorar la circulación de los vasos linfáticos, los ganglios linfáticos pueden mejorar su función y fortalecer el sistema inmunológico.
Contraindicaciones de la terapia de estrés.
En algunos casos no se recomienda la terapia compresiva porque puede agravar determinadas afecciones y afecciones, por lo que si padeces alguna de las enfermedades anteriores, debes consultar a un experto sobre el uso de la terapia compresiva. Esta técnica no se recomienda en las siguientes situaciones:
Insuficiencia cardíaca: la terapia de compresión requiere más potencia cardíaca al activar la circulación.
Paciente con cancer.
Presión arterial baja: la terapia de compresión puede disminuir la presión arterial, por lo que, si tiene hipotensión, no se recomienda el tratamiento.
Infección grave: si hay una infección en un área determinada, la activación del sistema circulatorio también puede ayudar a que se propague a otras partes del cuerpo.
Embarazo: En este caso, se recomienda consultar a un experto antes de realizar esta técnica.
La diferencia entre la terapia de compresión y el drenaje linfático artificial.
Al igual que la terapia de compresión, la finalidad del drenaje linfático artificial es mejorar la circulación del sistema linfático y linfático, por lo que también ayuda a eliminar el edema y otros cambios provocados por la mala circulación y la retención de líquidos. Sin embargo, aunque ambas tecnologías tienen funciones similares, hay varios elementos que las distinguen:
Tecnología
La terapia de presión utiliza tecnología y dispositivos electrónicos para ayudar a mejorar la circulación linfática, mientras que el drenaje linfático manual es una técnica de terapia de masaje, es decir, requiere las manos y una presión suave sobre el área de retención linfática para mejorar la circulación sanguínea.
Período
El curso de la terapia de compresión dura de 30 a 45 minutos; el drenaje linfático manual suele durar una hora.
Contraindicaciones
Además de las contraindicaciones por cambios en el sistema linfático, el drenaje linfático artificial también tiene muchas contraindicaciones derivadas de esta técnica. No se recomienda su uso en pacientes con hipertiroidismo o síndrome del seno carotídeo, ya que el masaje puede estimular la tiroides y el seno carotídeo y aumentar su efecto (secreción excesiva de hormona tiroidea durante el hipertiroidismo, y cambios severos en la frecuencia cardíaca, si se trata de arteria carótida Seno síndrome.